LA EXPEDICIÓN BOTÁNICA, ÚNICA






Fue la Expedición Botánica de Mutis una experiencia universitaria original que puso al final del Imperio Español en América un signo del cambio más profundo. El rey de España lo ha dicho con claridad llena de nobleza cuando al presentar la exposición que recuerda la empresa dice: Fue sin duda uno de los primeros intentos de Colombia para aunar los campos científico y cultural, político y civil en un proyecto único que perfilara la personalidad colombiana y la capacitara para asumir la gesta bolivariana . La expedición estaba compuesta por personal granadino, venezolano y del reino de Quito. No había en ella un solo español distinto de Mutis. Era una Universidad americana. La primera en el continente. Con 20 años de preparación antes de que obtuviera el reconocimiento oficial. Mutis nació en Cádiz, pero su formación en España había sido la de médico apenas iniciado en las otras disciplinas que desarrolló en su vida neogranadina.

Su formación como botánico naturalista, astrónomo, matemático, tuvo lugar en la Nueva Granada rodeado de la literatura que podía hacer llegar a sus manos y de los coloquios con un grupo de sabios formado a su alrededor, de Popayán, Cartagena, Quito, Caracas que deslumbrarían a Humboldt a Linneo, a los directores del Jardín Botánico de Madrid, a los naturalistas de Londres, París, Viena... Es fabuloso pensar en una Universidad creada en Mariquita hermana de la de Linneo en Upsala... Nido de una revolución mucho más profunda que la francesa de París. Porque si bien la Expedición Botánica de Mutis nace después y como consecuencia de la de La Condamine que vino a medir el grado de la línea ecuatorial en Cuenca del Reino de Quito, y que Mutis seguía los pasos de Loefling, el sueco que vino al Orinoco, la verdad es que lo de Mutis es un experimento continuo, estable, de muchos años.

El Jardín Botánico de Madrid recibe de él una colección de 6.000 láminas, dibujadas y coloreadas las flores, las hojas y hasta las raíces de las plantas americanas, y un herbario, que vienen a ser el tesoro de nuestra historia natural que España guarda como si pusiera todo lo de América en una flor y la guardara entre las páginas de un libro de versos.

El reconocimiento que hoy hace el rey de la contribución de la Expedición a la formación del espíritu bolivariano de la revolución de independencia es compartido por cuantos españoles trabajaron en la exposición traída a Bogotá. Habría que subrayar esta nota clave de los 500 años. Pedro Laín Entralgo, de las Reales Academias de la Lengua, la Historia y la Medicina de Madrid, confirma las palabras del rey con estas suyas, llenas de calor humano: Con cuánto dolor y cuánta solidaridad no hubiera asistido Mutis al fusilamiento de Jorge Tadeo Lozano, discípulo y compañero suyo en sus expediciones botánicas, fusilado como nacionalista americano por las tropas españolas en 1816, siete años después de la muerte del maestro . Sí: la separación fue un desgarramiento bárbaro. En la guerra que terminó en Ayacucho arrollaron los de la pacificación con todo lo que era la escuela de la libertad que se había formado en los bosques de las quinas. Como Tadeo Lozano fue fusilado Caldas, el sucesor de Mutis, y el secretario de la expedición, Carbonell, que levantó a los artesanos de Bogotá. 

Morillo metió en cajones los papeles de la Expedición y los mandó al palacio real, donde los reyes, hasta hoy, los tuvieron con amoroso cuidado. Había pasado por Madrid, enviado de Bogotá como reo para que lo tuvieran en la cárcel, Francisco Antonio Zea. Paró allá en Director del Jardín Botánico... El mundo da vueltas. Hoy, el rey, los académicos, los sabios y los escritores aceptan la emancipación de quienes se formaron estudiando las flores del monte y las quinas y la ipecacuana y la cochinilla y la papa y el maíz en la escuela de Mutis. Y la escuela de Mariquita se convierte en la primera Universidad americana. La batalla de Ayacucho entra a ser uno de los episodios de la historia española. La historia de los españoles que se emancipan en América. Es lo que noblemente reconoce el rey cuando coloca coronas de laurel al pie de las estatuas de Bolívar.

Lo que podría sacarse en limpio de una historia más amplia de España y de América sería que Bolívar no es un español descontinuado sino un español emancipado. Los 6.000 dibujos de los granadinos, venezolanos y quiteños de la Expedición Botánica son de españoles emancipados. El catálogo de la exposición, resultado de años de trabajo en que universitarios de España y Colombia lo han venido preparando, es la prueba final de esta colaboración. La obra es del Real Jardín otánico de Madrid. El presidente de Colombia, César Gaviria, recuerda a Zea, a Jorge Tadeo Lozano, a Francisco Javier Mutis, a Caldas, en una página hermosamente escrita...

Por: GERMAN ARCINIEGAS
14 de diciembre de 1992, 04:00 am
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-258272

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